Por supuesto que no es posible dejar de sentir emociones; pero si es posible emplear técnicas de gestión de las emociones que te permitan expresarte y reaccionar de la mejor forma posible cuando aparecen. Las emociones no se deben reprimir, se deben canalizar.
¿Cómo podemos gestionar nuestras emociones?
- Fíjate en las señales emocionales cuanto antes. Párate y piensa, ¿cómo me siento?
- Localiza
físicamente la emoción. Fíjate dónde sientes la emoción (en el pecho, en la
garganta…)
- Ponle
nombre a todos los sentimientos. Trata de identificar cada una de las emociones
que en ocasiones pueden presentarse juntas. Sepáralas y etiquétalas.
- No
juzgues tus sentimientos sean cuales sean, acéptalos.
- Busca
el origen de esos sentimientos y por qué se encuentran ahí.
- Dale
en cada momento la importancia que tienen. No tiene sentido que mantengas una
emoción más allá de haber pasado la situación que la genera.
- Recuerda
que las emociones forman parte de nosotros y son herramientas fundamentales
para nuestra supervivencia, para indicarnos qué camino debemos tomar así como
para aumentar nuestro bienestar. Reconocerlas y expresarlas nos hará avanzar
hacia una mejora de nuestra calidad de vida.
Cada
emoción, ya sea la ira, el miedo, la tristeza, la ansiedad, los celos…
desempeña una función importante y necesaria para nuestra supervivencia. El
problema viene cuando una persona se ve invadida de forma extrema por alguna de
sus emociones (usualmente miedo, rabia, ira…) y pierde el control (secuestro
emocional) produciéndose una respuesta desproporcionada e incontrolable.
A
veces necesitamos hacer algo que nos ayuden a canalizar mejor esas sensaciones…
¿Cómo canalizar nuestras emociones?
- Ante la ansiedad o la ira, puedes salir a correr o hacer ejercicio intenso.
- También con la ira puedes
gritar o golpear un cojín o patalear fuerte el suelo.
- Las
respiraciones profundas también pueden ayudar a bajar el ritmo cardíaco, a calmarse y
relajarse y, por tanto, a reducir la intensidad de las emociones más activadoras.
- Si sentimos tristeza, lo natural es Llorar. Lloramos para comunicarnos, liberar el cuerpo de estrés y ayudar a equilibrar nuestras emociones. Llorar por una emoción fuerte, como la tristeza, es una de las formas que tiene el cuerpo para manejar aquella emoción y hacer saber qué está sintiendo.
- Pedir un abrazo reconfortador de alguien que quieres y te quiere, o pensar en una persona que te transmite seguridad, protección y enraizamiento.
- Dibuja tu emoción, No se trata de hacerlo bien, el objetivo es sacarlo tal como viene, pero que impacte sobre el papel en lugar de dentro de tu cuerpo.