lunes, 24 de abril de 2023

RESPIRACIÓN ABDOMINAL CONTROLADA (técnica y audio)

Cuando presentamos ansiedad o estamos nerviosos tendemos a respirar superficialmente y rápidamente, con lo que la respiración suele ser torácica, utilizando sólo la parte superior de los pulmones. 

Con la respiración abdominal hacemos una respiración lenta y regular con lo que descienden las constantes vitales: ritmo cardíaco, tensión arterial, tensión muscular… y una respiración diafragmática, lo que hacemos es llenar de aire los pulmones hasta la zona inferior de los mismos con lo que oxigenamos mejor y además nos procuramos una sensación de relajación.
Para ello debemos de hinchar el abdomen pero no el tórax. Esta respiración no debe de ser demasiado profunda; es importante coger la cantidad suficiente de oxigeno para que tengamos la cantidad de energía necesaria, pero no conviene hiperventilar. 
Se puede hacer en cualquier postura y lugar, incluso como técnica de emergencia para relajarnos rápidamente cuando ya la dominamos, pero para aprender es más fácil hacerlo acostados, en un ambiente tranquilo y sin interrupciones y poniendo una mano en el tórax y otra en el abdomen (con el dedo meñique encima del ombligo), para notar como con la inspiración sólo se mueve la mano colocada sobre el abdomen pero no la del tórax. 

EJERCICIO: 
  • Siéntate o túmbate cómodamente y cierra suavemente los ojos.
  • Coloca una mano sobre el abdomen, la otra en el pecho.
1º Inspira por la nariz con una duración normal, tratando de no mover el pecho mientras lo haces e hinchando el abdomen (“sacando barriga” con lo que expandes el diafragma facilitando la entrada de aire). 

2º Espirar por la nariz o por la boca…como más cómodo sea 

3º Cuenta mentalmente 1-2-3 al inspirar, volver a contar 1-2-3 al espirar. Cuenta 1 para la pausa y volver a empezar. 

4º Se aconseja repetir mentalmente palabras tranquilizadoras, como “tranquilo”, “calma”, “relax”…en la pausa. 

5º Centra la atención en la respiración y en la cuenta. 
  • La respiración debe de ser cómoda 
  • Puedes usar la respiración abdominal al iniciar la sesión de relajación, al final, cuando estés nerviosa etc. Pero no la hagas a la vez que los ejercicios de tensión-relajación muscular porque puede confundirte. Puedes practicar tantas veces como quieras, 3 veces al día puede ser una buena idea, unos 5-10 minutos cada vez. 
A continuación se ofrece un audio de práctica de respiración abdominal con atención plena, de modo que se puede enmarcar en ambas corrientes, siendo una forma de fusión propia entre la relajación y el mindfulness. 



También incorporo a continuación la música de relajación que fue compuesta "ad hoc" para estas locuciones. De este modo podéis por ejemplo elegir escuchar en simultáneo la locución y una música de fondo si os apetece. 

Para mayor explicación acerca de la música de este blog, os remito a la entrada del blog "Música de relajación": 




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Bibliografía: García Grau E, Fusté Escolano A, Bados López A. “Manual de entrenamiento en respiración”. 2008 Facultad de Psicología. Universidad de Barcelona. Consultado en: 

lunes, 17 de abril de 2023

RELAJACIÓN MUSCULAR PROGRESIVA DE JACOBSON CON TENSIÓN EN 10 GRUPOS MUSCULARES (técnica y audios)

La posición de inicio será sentado en una silla, lo más cómodo posible, con la espalda bien apoyada en respaldo, la cabeza recta, evitando que se incline hacia algún lado, los pies bien apoyados en el suelo y sin cruzar las piernas, y las manos descansan sobre los muslos. También podría hacerse acostado, con brazos y piernas extendidos, sin cruzar y con modificación en el ejercicio de la espalda (se elevarían hombros solo, esta modificación también se hace en caso de lesiones de cuello y espalda). 

La tensión se mantiene un tiempo corto (de 3-5 segundos) siempre provocando la máxima tensión pero sin llegar a hacerse daño. Cuando se relajan los músculos se hace de golpe, dejándolos lo más sueltos y flojos posibles durante un tiempo mucho más largo (de 15 segundos como mínimo). 

Es importante notar la tensión pero no dolor, si duele hay que buscar otra alternativa para hacer el ejercicio o simplemente relajar la zona mentalmente. 

1.Brazo derecho: extender el brazo, cerrar el puño y doblar el brazo hacia el pecho (sin llegar a tocarlo) y apretar fuerte el puño, el antebrazo, todo el brazo hasta el hombro. Vaya centrándose en las sensaciones de tensión. Posteriormente deje caer el brazo de golpe sobre el muslo dejándolo lo más suelto posible, a la vez que se va centrando en las sensaciones asociadas a la relajación.

2.Brazo izquierdo: Mismas instrucciones que para el brazo derecho.

      Cara: La dividimos en 3 partes: 

3. Frente: arrugando la frente, llevando las cejas hacia arriba, sintiendo la tensión en la frente y en el cuero cabelludo. Para relajar, soltar de golpe la frente, llevando las cejas hacia abajo. 

4. Ojos, nariz y parte superior de las mejillas: cerrar los ojos apretando fuerte a la vez que se arruga la nariz, como si oliera mal.

5. Mandíbula: la tensión se provoca apretando los dientes, haciendo una sonrisa forzada, o encajando la mandíbula inferior. Apretar también la lengua contra el paladar y los labios. Para soltar dejar la mandíbula y lengua sueltas, caídas y los labios ligeramente entreabiertos.

6. Cuello: Para tensarlo, empujar la barbilla hacia abajo evitando tocar el pecho. Para relajarlo dejar el cuello lo mas suelto y flojo posible volviéndolo a su posición inicial. Otra alternativa es empujar el cuello hacia atrás sobre un reposacabezas o sacarlo hacia afuera modo "cuello de jirafa" o si tenemos algún problema cervical, hacer movimientos suaves a un lado y al otro o simplemente concentramos la atención en soltar la tensión de forma mental, sin tensar, para evitar sentir dolor. 

7. Hombros, pecho y espalda: Para provocar la tensión incorpórese hacia delante en la silla, llevando los hombros hacia detrás e intentando juntar las paletillas. Para relajarlos, volvemos a la posición de relajación y dejamos los hombros caídos y la espalda floja. Si existe alguna patología discal como hernias o protusiones o algo que produzca dolor, este ejercicio puede cambiarse por la simple elevación de hombros (postura de cuando decimos "no sé"), hemos de evitar sentir dolor, se debe notar la tensión pero no dolor, si elevar los hombros también duele, simplemente concentramos la atención en soltar la tensión de forma mental, sin tensar. 

8. Músculos del abdomen: Para tensarlos poner el estómago duro, apretando hacia dentro, como si nos fueran a pegar en él. Para relajarlo dejar hinchado el abdomen.

9. Pierna y pie derecho: La tensión se provoca levantando la pierna, el pie hacia arriba y tensando desde el pie hasta el muslo. Cuando relajemos dejamos caer la pierna de golpe.

10. Pierna y pie izquierdo: Mismas instrucciones que el punto anterior.

Se debe de iniciar la sesión de relajación practicando la respiración abdominal, pero durante la técnica de ERMP la respiración debe ser tranquila.

Primero centre su atención en el grupo muscular objeto de tensión. Posteriormente se tensa el grupo muscular, manteniéndose tenso hasta que se indique “relajación”. Entonces su atención se centrará en los músculos relajados.

Es importante distinguir las sensaciones de tensión y relajación así como ir reconociendo la diferencia entre estar tenso y estar relajado.

Posteriormente se da un repaso a todos los grupos musculares, siguiendo la misma secuencia, para asegurar una relajación profunda. Para ello se centra la atención en el grupo muscular intentando identificar si queda algo de tensión y se va dejando más suelto y más profundamente relajado.

La práctica de la relajación dura 20-25 minutos. 

Para terminar se dejan 1-2 minutos en silencio disfrutando de la sensación de relajación completa. Después, para terminar la relajación, se mueven poco a poco las manos y los brazos, luego las piernas, la cabeza, el cuello, nos movemos en la silla y por último se abren los ojos.


Aquí podéis reproducir el audio con la locución de la técnica: 



Y aquí está disponible la música de fondo que os apetezca de las tres disponibles. 
Para mayor explicación acerca de la música de este blog, os remito a la entrada del blog "Música de relajación":





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(Información extraída y actualizada en su mayoría de: Protocolo de Relajación. Salud Mental. Subdirección de Salud Mental. Servicio Murciano de Salud. Murcia, 2004)

lunes, 10 de abril de 2023

Vivir el presente, mindfulness sencillo para el día a día

Es muy habitual que nos cueste estar en el presente, pese a ser lo más real que tenemos. A menudo la mente se va al futuro, generándonos ansiedad con preocupaciones que no nos llevan a nada y que normalmente son exageradas o no se llegan a producir nunca. Otras veces la mente se va al pasado, generándonos tristeza con pensamientos rumiativos que tampoco sirven para nada más que para dejarnos cada vez más agotados y con menos energía.

Sin embargo residir en el presente nos hace ser más conscientes de todo, disfrutar de las pequeñas cosas y también detectar aquello que no nos hace felices sin estar embargados y nublados por la emoción. 
Aceptar como nos sentimos y darnos permiso para ello, también forma parte de este proceso, sabiendo que toda emoción (tristeza, ansiedad, ira, vergüenza, amor, alegría...) por definición, es intensa pero pasajera. Todo pasa, así que "Esto también pasará".

La mente humana tiene la tendencia a saltar de un pensamiento a otro, es algo normal y nos ocurre a todas las personas. Es lo que se conoce como "mente de mono". Por tanto, dejar la mente en blanco es realmente imposible. Lo que sí podemos hacer es centrar la atención en el momento presente a través de las sensaciones corporales. Es decir, cada vez que nos "pillemos" a nosotros mismos con pensamientos inútiles, rumiativos, preocupaciones o simplemente alejados del momento actual, es útil cambiar el foco de atención conscientemente y a propósito hacia el cuerpo a través de nuestros sentidos: lo que vemos, lo que oímos, lo que olemos, lo que sentimos a través del tacto en nuestra piel y lo que saboreamos si estamos comiendo o bebiendo.

Esto es lo que llamamos ejercicios de mindfulness informal o de la vida cotidiana. Por ejemplo practicar la "ducha consciente" sintiendo el agua sobre la piel, su temperatura, el olor del gel y el champú, el tacto de las burbujas... O la "alimentación consciente" percibiendo con todos los sentidos y sin distracciones aquello que comemos, observando, oliendo, masticando lentamente y saboreando todos los contrastes de texturas y sabor. También podemos hacer el "paseo consciente" sintiendo dónde apoya nuestro pie en cada paso, el crujir de la tierra o las hojas, el aire sobre la piel, el sonido de los pájaros o la calle... Y así con cada una de las cosas que hagamos en el día. Cualquier actividad cotidiana es válida, desde comernos una manzana hasta fregar los platos, limpiar o doblar la ropa. Puedes elegir una de estas actividades al día para hacerla en "modo consciente". Esto es beneficioso porque disfrutarás más cada momento y porque además entrenas a tu cerebro a aterrizar en el presente y alejar las preocupaciones.

Además de estos ejercicios existen otros que forman parte de la práctica formal de mindfulness. Son ejercicios básicos y sencillos que siguen un guión y que practicamos a propósito para entrenar el músculo de la atención en nuestro cerebro y para, a la larga, obtener mayores cuotas de bienestar, salud y felicidad.
Uno de estos ejercicios es centrarse en la respiración conscientemente, una versión de este ejercicio se encuentra aquí:


Otro ejercicio es el escáner corporal, del cual también hice una versión que ofrezco a continuación:


Por último, me gustaría comentar otro ejercicio sencillo, rápido y que se puede practicar en cualquier momento para aterrizar en el presente y para prestar atención a lo que nos sucede, atendiéndonos, cuidándonos y a la vez suavizando las emociones desagradables y las preocupaciones, ayudando a que vayan cediendo. Este ejercicio es la "Pausa de los 3 pasos". Se puede realizar tan rápido o tan lento como se desee o se pueda. Desde unos pocos minutos hasta media hora. Pero con 3-10 minutos suele bastar, tantas veces al día como se precise.
Hay que adoptar una postura cómoda, preferiblemente sentados con la espalda erguida. Una postura digna, que nos permita estar cómodos a la vez que despiertos. Aunque con la práctica también se podría hacer de pie o acostados. Podemos cerrar los ojos (o dejarlos ligeramente entreabiertos si nos mareamos o nos dormimos) para concentrarnos mejor. 

El primer paso se divide a su vez en tres partes: 
- La primera consiste en llevar la atención a los pensamientos, concibiéndolos como nubes en el cielo. Yo soy el cielo y las nubes pasan y se van. No me identifico con mis pensamientos, sólo son "eventos mentales". Igual que las nubes no son el cielo, "Yo no soy mis pensamientos" y no tienen más valor del que yo le pueda dar. 
- Después de prestar atención a los pensamientos, haremos lo mismo con las emociones, que son como el arco-iris en el cielo, intentando identificar cómo nos sentimos, ponerle nombre a la emoción (alegría, tristeza, ansiedad, serenidad, aburrimiento, ira, culpa, enojo, paz, amor, vergüenza....) y nuevamente tratando de no identificarnos con ella, notando cómo va cambiando momento a momento. Las emociones también son eventos mentales, "Yo no soy mi emoción". Nos podemos poner una mano en la zona del cuerpo que más notemos la emoción y de este modo, atendiéndola, respirando en ella, ayudar a suavizarla. La idea es tratarnos con amor y compasión a nosotros mismos y, a través del contacto físico terapéutico proporcionado por nosotros mismos, ser capaces de transmitirnos esa compasión amorosa y aceptación incondicional con la que trataríamos a nuestro ser más querido. 
- La última parte de este primer paso es prestar atención a las diferentes sensaciones corporales que tengamos a lo largo del cuerpo, cosquilleo, picor, molestia, dolor, temperatura, tensión... Cualquier sensación corporal que percibamos en cualquier zona del cuerpo. Tampoco aquí nos identificamos con la sensación: "Yo no soy mi sensación". En caso de sentir dolor y más si es de forma crónica, nos podemos repetir: "Yo no soy mi dolor". Le prestamos atención, notando como cambia, como no es siempre igual, llevamos la respiración al dolor, como si respiráramos en él, suavizándolo, aceptándolo, dejando la lucha a un lado. 
La lucha contra las emociones o contra el dolor sólo los intensifica más. Por eso a través del mindfulness se trabaja la aceptación, sin luchar o juzgarnos por ello. Aceptación de nuestros pensamientos, emociones y sensaciones, incluido las más molestas o dolorosas, y a la vez que los aceptamos, nos vamos desidentificando de ellos, como si los observáramos desde otra zona de nuestra consciencia, más real, más permanente, más YO. 

El segundo paso consiste en centrar la atención en la respiración, en notar el aire como entra y sale por las fosas nasales y en los movimientos y sensaciones que produce en el cuerpo: tórax, abdomen etc. 

El tercer paso y último, consiste en expandir la conciencia y notar además de nuestro cuerpo, todo aquello que nos rodea, sonidos del exterior, sensación del aire en la piel, nuestra postura corporal y posición en el lugar en el que estamos etc. 

Una vez hecho el ejercicio, volvemos poco a poco a abrir los ojos y nos agradecemos el tiempo que nos hemos dedicado a cuidarnos. 

A continuación ofrezco una imagen que creé para que la práctica de este ejercicio sea más fácil y visual. Simulando un reloj de arena con una zona más ancha para el primer paso, más  estrecha cuando focalizamos la atención solo en la respiración y más ancha de nuevo cuando expandimos la conciencia en el tercer paso. 


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RELAJACIÓN RÁPIDA CON TENSIÓN EN 4 GRUPOS MUSCULARES (técnica y audios)

Se usa para cuando se necesita relajar y destensar de forma rápida el cuerpo, en principio no como técnica diaria, a no ser que se le asocie alguna otra como relajación sin tensión, respiración abdominal o imaginación guiada. 
Es útil por ejemplo en caso de que notemos los primeros síntomas de una crisis de ansiedad porque puede ayudarnos a detener su escalada. 
También cuando nos sentimos muy tensos y necesitamos descargar esa tensión en poco tiempo para afrontar alguna otra situación.


Para realizarla, se agrupan los ejercicios musculares en cuatro grupos en total. Tensando y relajando en la siguiente secuencia, uniendo los movimientos que se explicaron en la entrada de la versión de los 10 grupos musculares:

1º Brazos derecho e izquierdo.

2º Cara y cuello.

3º Espalda y abdomen.

4º Piernas derecha e izquierda.

A continuación ofrezco el audio correspondiente: 



Y aquí podéis acceder a la música de relajación para combinar con la locución, si se desea:





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lunes, 3 de abril de 2023

RELAJACIÓN MUSCULAR PROGRESIVA SIN TENSIÓN (técnica y audios)

Siguiendo la misma secuencia de grupos musculares, se va centrando la atención sobre cada músculo intentando identificar sensaciones corporales y si existe tensión, y posteriormente se va soltando, relajando (sin provocar la tensión previamente). Una vez completados todos los grupos musculares se hace un repaso de todos los músculos dejándolos más profundamente relajados. Se puede realizar la versión completa repasando los 10 grupos musculares de la técnica de relajación con tensión o bien hacer la versión resumida como se explica a continuación:

Relajación rápida sin tensión: Se reduce el tiempo necesario para relajarse (pocos minutos) y se puede practicar en cualquier situación normal de la vida cotidiana no estresora (paseando, esperando en una cola, sentado en una terraza...). Se debe de iniciar con 2 ó 3 respiraciones profundas, exhalando despacio el aire después de cada respiración. Cada exhalación se acompañará de una palabra relajante (“Calma” o “Relax”). Luego se van buscando las tensiones corporales y se intenta relajarlas.

A continuación se ofrece el audio de la práctica de relajación sin tensión con atención plena, de modo que se puede enmarcar en ambas corrientes, siendo una forma de fusión propia entre la relajación y el mindfulness. 



Este segundo audio, ofrecido por cortesía de mi compañera Ana M. Hurtado, es también de relajación muscular progresiva sin tensión, en 10 grupos musculares. 






También incorporo al final de esta entrada del blog la música de relajación que fue compuesta "ad hoc" para estas locuciones. De este modo podéis por ejemplo elegir escuchar en simultáneo una locución y una música de fondo si os apetece. 

Para una mayor explicación acerca de la música de este blog, os remito a la entrada del blog "Música de relajación":







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(Información extraída y actualizada en su mayoría de: Protocolo de Relajación. Salud Mental. Subdirección de Salud Mental. Servicio Murciano de Salud. Murcia, 2004) 

LAS EMOCIONES BÁSICAS (por Gloria Acosta Sánchez)

Las emociones son la manera natural en la que los seres humanos reaccionamos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Son los mecanismos que n...