miércoles, 20 de mayo de 2020

¿CÓMO ME PUEDO CONTROLAR? Estrategias para el control de los impulsos (por Victoria Villa Artero)

A veces nos pasa que tenemos una idea muy concreta sobre algo que queremos que suceda. Cuando esto no ocurre, nos frustramos y en muchas ocasiones sentimos ansiedad. 

Si nos dejamos embriagar por nuestras emociones e impulsos corremos el riesgo de actuar: haciéndonos daño a nosotros mismos, dañando a alguien cercano, u optar por conductas relacionadas con la huida de dicha situación. 



Este tipo de conductas suponen un alivio momentáneo. Nuestra ansiedad disminuye y conseguimos descargar toda esa rabia que sentíamos, sintiéndonos mejor y más aliviados. 
Entonces, cabría preguntarnos, si nos encontramos mejor ¿por qué no deberíamos actuar así? Porque el alivio es momentáneo. Todas estas conductas a la larga nos causan más daño que beneficios. 
  • Cuando nos hacemos daño a nosotros mismos dañamos nuestra autoestima. 
  • Cuando lo hacemos sobre los demás dañamos la relación y apartamos a nuestros seres queridos de nuestro lado. 
  • Cuando adoptamos conductas de huida, ponemos en grave riesgo nuestra salud. 
Este tipo de actuaciones finalmente nos genera nuevos problemashaciéndonos sentir muy culpables. Esta culpabilidad hace que nuevamente nos sintamos frustrados y ansiosos por nuestra situación. Si nos dejamos llevar por la impulsividad, nuestro cerebro nos pedirá volver a repetir aquello que nos hizo sentir bien rápidamente, y volveremos a estar como al principio. 

 CUANDO PRIMA EL IMPULSO...



Para que esto suceda hay factores de riesgo que pueden influir a que tomemos este tipo de decisión. 
  • Pensamiento dicotómico: Blanco o negro, perfecto o imperfecto... A veces esperamos que sucedan las cosas exactamente como las hemos imaginado; de lo contrario consideramos que han salido mal. Por lo general en esta vida los extremos no se suelen ajustar a la realidad, y tener este pensamiento hace que nos frustremos mucho más rápido. 
  • Esquemas cognitivos: Si al resolver una situación la sensación final es de satisfacción, dicho proceso se quedará grabado en nuestra memoria como un esquema. Estos esquemas se irán almacenando, para que cuando surjan nuevas situaciones tengamos un gran repertorio de esquemas para poder aplicarlos. Como el empleo de conductas lesivas inicialmente producen sensación de alivio, quedarán grabadas como esquemas para su futuro uso. Las personas que tengan un gran repertorio de estas conductas suelen utilizarlas a menudo.
  • Bajo autoconcepto: Si no sentimos que somos valiosos y que merecemos ser tratados con cariño, difícilmente vamos a ser capaces de realizar conductas de autocuidado y de tratarnos con compasión, paciencia y respeto. 
  • Dependencia excesiva: Cuando una persona se encuentra en una situación de dependencia emocional (hacia una sustancia, conducta, persona…) suele depositar todo su afecto y su seguridad en el objeto de dependencia. Al poner todo mi ser en algo externo a mí, en el momento en el que no se cumplan nuestras expectativas nuestro mundo interno se derrumba. 

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA DISMINUIR LA APARICIÓN DE ESTE TIPO DE CONDUCTAS?

Uno de los pasos más importantes es el autoconocimiento. Es importante ser consciente de cómo nos encontramos, ver qué cosas nos afectan más y cómo solemos actuar. 

Cuanto más nos conozcamos, mayor control tendremos de nuestros actos y más seguros nos sentiremos. 

Cuando seamos capaces de detectar que estamos en ese punto en el que nos vamos a desbordar y nos cuesta pensar con claridad, podemos seguir los siguientes TIPs: 


1. Temperatura: 
Cuando sentimos ansiedad, ira, rabia… nuestros pensamientos van a una velocidad extrema, por lo que lo primero que haremos será ralentizar este proceso. Para enfriarlo podemos utilizar diversas técnicas, aunque cada uno deberá probar cual le sienta bien: 
- Ponerse algo frío en la cabeza (ej. bolsa de guisantes congelados)
- Baño / ducha (de agua caliente o fría)
- Quitarme algo de ropa (ej. quedarme en manga corta) 
- Tumbarme sobre el suelo 
- Echar agua en muñecas y nuca

2. Intensidad física: 
En esta situación de elevada intensidad emocional, solemos sentir muchísima energía por dentro. ¡Pues vamos a gastarla! De la forma que más te guste:
- Salir a correr o andar 
- Ponerme a bailar como si no hubiera un mañana 
- Hacer sentadillas, flexiones, dominadas… 
- Saltar a la comba

3. Relajación  progresiva
Ahora que hemos conseguido ralentizar nuestra mente y nuestro cuerpo, es cuando podemos realizar un ejercicio de relajación. 
- Respiración diafragmática
- Visualización guiada
- Meditación
- Escuchar música tranquila 

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jueves, 14 de mayo de 2020

PENSANDO EN EL SUICIDIO, ¿QUÉ DEBO HACER? (Por Iván Alexandre Ángel García)

Cada año, más de 800.000 personas mueren por suicidio y hasta 25 veces más que hacen un intento de suicidio. Detrás de estas estadísticas están las historias individuales de aquellos que, por muchas razones diferentes, han cuestionado el valor de sus propias vidas.

Sin embargo, existen muchos "ERRORES ASOCIADOS AL SUICIDIO" que dificultan su detección e intervención para que no se produzca. 

1. Los que hablan sobre suicidio no lo llevan a cabo. 
Realidad: 8 de cada 10 personas que se han suicidado, habían avisado claramente sus intenciones.

2.Preguntarle a una persona sobre sus ideas de suicidio, especialmente si está deprimida, puede animarle a intentarlo. 
Realidad: Al contrario, hablar del suicidio con alguien reduce el riesgo de que pueda intentarlo. Se le debe pedir que hable abiertamente sobre sus pensamientos. Muchas personas se sienten más aliviadas al poder expresar sus ideas sobre el suicidio. El sentir que pueden hablar con alguien del tema les puede ayudar.

3. Alguien que ha intentado suicidarse, no lo hará de nuevo. 
Realidad: Las personas que han intentado en el pasado suicidarse, son las de mayor riesgo para futuros intentos. El principal predictor del suicidio consumado son los intentos anteriores, de hecho, la tasa de suicidio es 40 veces mayor para aquellos que ya lo habían intentado.

4.Todos los que cometen suicidio están deprimidos. 
Realidad: la depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentemente asociados con el suicidio, pero no es exclusivo, hay otras alteraciones mentales que influyen mucho en la posible conducta suicida de una persona.

5. El suicidio es mucho más frecuente entre los ricos o, al contrario, es casi exclusivo de los pobres. 
Realidad: la probabilidad de suicidarse no depende del nivel económico. 

6. El suicidio se hereda o está en la familia. 
Realidad: Se puede heredar una predisposición a la depresión, pero no la idea suicida como tal.

7. El suicidio ocurre sin previo aviso. 
Realidad: Hay muy pocos casos en los cuales no haya ningún aviso.

8. La mejoría después de la crisis suicida significa que el riesgo de suicidio se ha superado. 
Realidad: Son muchos los suicidios cometidos en los 3 meses posteriores a una aparente mejoría, momento en el cual la persona tiene la suficiente energía como para poner sus ideas y sentimientos en práctica (especialmente en personas con depresión). La señal es que la tranquilidad de la persona no coincide con una solución del problema o un acontecimiento positivo. Hay que estar alerta con esas "recuperaciones espontáneas".

9. Es fácil adivinar el motivo del suicidio. 
Realidad: La verdad es que es muy difícil entender por qué una persona decide suicidarse.

10. El suicidio es un acto de cobardía o de valentía. 
Realidad: no se puede reducir el suicidio a una característica de la personalidad cuando detrás hay una persona que sufre y no encuentra otra salida.

11. Pensar en el suicidio es algo raro. 
Realidad: Los estudios sugieren que entre un 40% y un 80% de la población piensa alguna vez en el suicidio. Esto significa que muchas personas lo han pensado al menos una vez en la vida. Otra cosa es cuando la idea empieza a ser cada vez más frecuente e intensa.

12. Las personas que realizan intentos con medios de baja letalidad, no están pensando seriamente en matarse. 
Realidad: Algunas personas no están bien informadas sobre el peligro del método que van a usar, como puede ser la utilización de pastillas. El método utilizado no siempre está en relación con la intención de fondo.

13. El alcohol y las drogas no influyen en el suicidio. 
Realidad: Está comprobada la relación del suicidio con el alcohol u otras drogas. Tanto el alcohol como otras drogas aumentan la impulsividad.

Existen una "SEÑALES DE ALERTA" que se pueden observar en uno mismo o en otras personas y a las que debemos estar atentos para solicitar ayuda si nos están sucediendo o para ofrecer o ayudar a buscar ayuda si las vemos en otra persona. Pensamientos como Dejaré de ser una carga”  “Acabar con todo” “El futuro lo veo negro, no hay solución”. A continuación encontramos un listado con las principales señales de alerta: 
  • Expresar verbalmente deseos de "acabar con todo", "acabar con su vida", hablar de un plan específico de suicidio o indirectamente como "dejaré de ser una carga", "toda mi vida he sido un fracasado o un inútil", "siento un dolor insoportable", "el futuro lo veo negro, no hay solución", "cansado de luchar" o escribir una nota de despedida.
  • Estar desesperanzado, no tener ninguna razón para vivir.
  • Tener ansiedad o crisis de pánico.
  • Problemas para dormir, pérdida de apetito.
  • Aislamiento social, se retira de familiares, amigos o vecinos.
  • Cambios de carácter bruscos tales como:
    • Irritabilidad.
    • Ira.
    • Agitación.
    • Aparente calma, en paz, tras un periodo con síntomas anteriores.
    • Conductas de riesgo.
    • Aumento del consumo de alcohol u otras drogas.
    • Autolesionarse.
    • Conductas de riesgo como conducir ebrio o tener relaciones sexuales sin protección.
    • Cerrar asuntos personales, regalar pertenencias preciadas, despedidas de personas.
    • Pérdida de interés en aficiones, trabajo, o apariencia personal.
    • Buscar la manera de quitarse la vida como comprar un arma.
ENTENDER LOS PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTO SUICIDAS: 

Algunos problemas y experiencias, en especial los que han estado presentes durante bastante tiempo, pueden hacer que te sientas desesperanzado o sobrepasado. En estos momentos, puedes pensar que no tienes opciones y la idea del suicidio es una forma de escapar del intenso dolor emocional.
Las personas que se suicidan a menudo piensan que sus problemas son insoportables y no se pueden arreglar. Ellos sienten que nada de lo que hagan va a cambiar su situación. Su dolor emocional puede distorsionar el pensar de manera juiciosa, lo que hace más difícil confiar, o ver posibles soluciones a los problemas, o conectar con el amor y el apoyo del que disponen.

"Incluso aunque parezca que no puedes soportar ni un minuto más, es importante recordar que los sentimientos (por ejemplo, el dolor, la ira, la tristeza, la soledad, la vergüenza), sobre todo en este nivel tan intenso, no duran para siempre".

A veces los pensamientos suicidas pueden llegar a ser muy fuertes, especialmente si has tomado alcohol u otras drogas. Es importante no tomar drogas o alcohol, especialmente cuando te sientes desesperado o está pensando en el suicidio.

Algunos de los pensamientos que puedes tener son:
  • Creer que no hay otras opciones.
  • Sentir que tu familia o amigos estarían mejor sin ti.
  • Pensar que has hecho algo tan horrible que el suicidio es la única opción.
  • Experimentar un dolor insoportable y que crees, se mantendrá para siempre.
  • Querer escapar de este sufrimiento.
  • Querer herir o vengarte de los demás.
Tus sentimientos de dolor son muy reales. Sin embargo, es importante saber que hay esperanza. Con la ayuda de profesionales y el apoyo de tu familia y amigos, puedes aprender acerca de lo que está causando tu sufrimiento y cómo puedes cambiar o saber manejarlo.

Otras cosas que pueden llevar a pensar en el suicidio: 
  • Problemas de salud mental: 
Los problemas en salud mental, tales como depresión,  ansiedad, trastornos de personalidad,  trastornos de la conducta alimentaria, trastornos psicóticos... pueden aumentar los deseos de suicidio. Los problemas de salud mental son tratables. Es importante que hables con tu médico si te sientes fatigado, deprimido o ansioso. El médico de atención primaria te puede ayudar derivándote al especialista en salud mental (psiquiatra o psicólogo clínico).
  • Conflicto con tus seres queridos: 
Pueden sentir que tus familiares o amigos estarían mejor sin ti. Es importante recordar que el conflicto con los demás no dura para siempre. La terminación de tu vida, no es una forma de resolver este conflicto. Sabemos que para las personas que pierden a un ser querido por suicidio, sus vidas, no mejoran.
  • La Pérdida: 
Hay muchos tipos de pérdida que pueden aumentar las posibilidades de suicidarte. Algunos ejemplos que pueden desencadenar sentimientos de suicidio incluyen: una ruptura de pareja, perder un empleo, perder el estatus social o la pérdida de un ser querido o amigo. Conocer a alguien que ha muerto por suicidio puede aumentar la probabilidad de que creas que el suicidio es una opción. Por más difícil que pueda parecer la pérdida, hay personas y asociaciones que pueden ayudarte en tiempos difíciles.
  • Los problemas financieros / legales: 
Los problemas financieros o jurídicos, como las deudas, los problemas con los juegos de azar u otros (ludopatía), o problemas con la ley, pueden ser muy estresantes. Es importante saber que hay sitios donde pueden ayudarte a lidiar con los problemas legales.
  • La falta de conexión con amigos y otros:
Los pensamientos suicidas pueden aumentar si pasas mucho tiempo a solas, o no sientes que puedes hablar con alguien de tus problemas. Habla con alguien, como un profesional, acerca de las maneras en las que puedes aumentar los apoyos sociales en tu vida. Puede ser que las personas que están cerca de ti no entiendan el dolor que estás sintiendo. Habla con un profesional para que te ayude a que los demás puedan comprender el dolor y la infelicidad por la que estás pasando.
  • Problemas de drogas y alcohol:
El consumo de alcohol u otras drogas pueden hacer que los sentimientos de depresión, ansiedad y pensamientos de suicidio empeoren. Pueden cambiar la forma de pensar con respecto a los problemas que tienes en tu vida. Si las drogas o el alcohol influyen en tus problemas, puedes obtener información sobre el tratamiento en el Centro de Atención de Drogodependencias o CAD de zona a través de tu médico de atención primaria. También hay otras asociaciones para adicciones de las que te pueden informar allí.
  • Problemas médicos:
Los problemas médicos como la diabetes, problemas de tiroides, dolor crónico, u otras enfermedades crónicas, dolorosas e incapacitantes, pueden aumentar las posibilidades de que una persona piense en el suicidio. Asegúrate de tener adecuada atención médica para los problemas de salud. Algunos medicamentos pueden aumentar los deseos de suicidio. Es importante que hables con tu médico acerca de ello.
  • Problemas de identidad sexual:
Las personas lesbianas, gays, bisexuales o transexuales pueden tener un riesgo más alto de suicidio. La confusión acerca de la identidad sexual y los temores de que sea posible o real el rechazo de familiares o amigos puede empeorar las ideas de suicidio.

También existen FACTORES PROTECTORES para el suicidio. Los factores protectores para el suicidio son características que pueden ayudar a disminuir el riesgo de suicidio de una persona. Estos factores no eliminan la posibilidad de suicidio pero su potenciación ayuda a prevenirlo. La capacidad con la que una persona hace frente a las adversidades de la vida o la habilidad para resolver problemas reduce la probabilidad de que dicha persona se encuentre deprimida, ansiosa o desesperanzada. Algunos de los factores protectores relacionados con la conducta suicida son:

Factores de Protección Personales: 
  • Capacidad para resolver problemas y conflictos.
  • Habilidades de comunicación.
  • Valores positivos tales como el respeto, la solidaridad, la cooperación, la justicia y la amistad.
  • Hábitos saludables de vida como comer sano, hacer ejercicio o higiene del sueño entre otras.
  • Personalidad con apertura a nuevas experiencias.
  • Tener confianza en uno mismo.
  • Creencias religiosas, espiritualidad.
Factores de Protección Familiar:
  • Buen apoyo familiar y social, con compañeros, amigos, el matrimonio.
  • Tener hijos, más concretamente en las mujeres.
Factores de Protección Social: 
  • Disponer y recibir servicios eficaces de salud mental.
  • Integración social.
  • Tratamiento integral, permanente y a largo plazo en pacientes con trastornos mentales, con enfermedad física o con abuso de alcohol u otras drogas.
PENSANDO SERIAMENTE EN EL SUICIDIO: ¿QUÉ DEBO HACER?

Si estás pensando en el suicidio, debes saber que no estás solo o sola. Muchas personas tienen ideas de suicidio, por mucha razones. Los pensamientos suicidas pueden ser muy atemorizantes. Probablemente te sientes herido, confundido, abrumado y sin esperanza sobre tu futuro.

Puedes sentir tristeza, pena, ira, culpa, vergüenza, o un gran vacío. Puedes pensar que nada se puede hacer para cambiar tu situación. Tener pensamientos suicidas no significa que seas débil, o 'loco'.

Es importante saber que pensar en el suicidio no significa que puedas perder el control o actuar hacia esos pensamientos.
Muchas personas piensan en el suicidio porque están buscando una manera de escapar del dolor que están sintiendo.
A pesar de que tu situación parezca desesperada y te preguntes si puedes soportar un minuto más, hay maneras de conseguir una salida y sentirte mejor. No tienes que hacer frente a esta situación por ti solo.

Aquí tenemos algunas ideas que puedes utilizar ahora, HAY AYUDA DISPONIBLE: 
  • Conectar con otros: 
Si estás preocupado de que puedas perder el control o intentar algo para hacerte daño, pídele ayuda a alguien. Asegúrate de que estás cerca de una persona de confianza. Si vives solo, pídele a un amigo o familiar que se quede contigo. Si no conoces a nadie o no puedes estar con amigos o familiares, ve al apartado siguiente "Dónde buscar y encontrar ayuda". 
  • Mantén tu casa segura eliminando el material para hacerte daño: 
Es importante deshacerse de cosas que podrías utilizar para herirte o matarte como las pastillas que tomas habitualmente, hojas de afeitar o armas de fuego.
Si eres incapaz de hacerlo, debes protegerte en un lugar seguro
  • Desarrollar un plan de seguridad: 
Es muy útil tener un plan de seguridad por escrito cuando se tienen pensamientos de hacerse daño a sí mismo. Tener un familiar de confianza, amigo, o ayuda profesional, es importante para completar este plan de seguridad. Guarda este plan donde se pueda ver o encontrar fácilmente. Anota los pasos que deberás seguir para mantenerte a salvo. Sigue los pasos. Si sigues estos pasos y todavía no te sientes seguro, llama a una línea de crisis, corre a urgencias de tu hospital más cercano o llama al 112. Recuerda que este documento no pretende sustituir la atención profesional con un terapeuta o tu médico.
  • Acudir a los profesionales de la salud mental:  
Éstos pueden ayudarte a aprender nuevas estrategias para hacer frente a tu dolor. Por ejemplo aprender habilidades para enfrentarte a los conflictos, a ver los problemas bajo otro punto de vista, manejar mejorar emociones intensas y dolorosas, mejorar las relaciones personales, los apoyos sociales o pautar tratamiento con psicofármacos que te ayuden a aliviar la ansiedad y te animen.

DÓNDE BUSCAR Y ENCONTRAR AYUDA:

1. Servicio de urgencias y emergencias médicas en el teléfono 112: 
Atienden emergencias en situaciones de riesgo inminente o de suicidio consumado a través del 112 o por cualquier otro medio en la Región de Murcia. La prestación del servicio comienza con la evaluación del motivo de la llamada y la elección del recurso más adecuado de entre los disponibles. Puede ser cubierta mediante consulta médica telefónica o mediante la movilización física de recursos sanitarios propios u otros tales como SUAP, PAC, Cruz roja, Protección civil, Bomberos, y cuerpos de seguridad del estado.

2. Acudir a Urgencias del Hospital más cercano.

3. Informar a las personas más cercanas de la situación por la que está atravesando usted o su familiar, y de la importancia de darle apoyo. No dejarle solo, y ponerle en contacto con los servicios de salud mental.

4. En caso que reciba tratamiento psiquiátrico,  ponerse en contacto lo antes posible con su especialista de referencia en su centro de salud mental, bien llamándolo por teléfono, bien acudiendo al centro de atención correspondiente. 

5. En caso que no reciba tratamiento psiquiátrico y/o psicológico puede ponerse en contacto con su médico de Atención Primaria.

6.Teléfono de la Esperanza Murcia:  717 003 717 – 968 343 400  
Ofrece un servicio permanente y gratuito de orientación por teléfono para ayudar de forma urgente, anónima y especializada en las situaciones de crisis. Este servicio, que funciona las 24 horas del día, durante los 365 días del año, está atendido por voluntarios especializados en la escucha y formados para activar las capacidades de las propias personas para superar sus problemas. 

7. Aplicación para prevenir el suicidio PREVENSUIC:

En la web https://www.prevensuic.org/ te explican cómo usar la aplicación.  Prevensuic es la primera aplicación informática desarrollada en español para la prevención del suicidio. Ha sido diseñada por la Fundación Española para la Prevención del Suicidio. Su objetivo es facilitar el abordaje de la conducta suicida entre profesionales y las personas que la presentan y sus allegados, siempre en un contexto terapéutico controlado y supervisado por el profesional de cada caso. El propósito no es otro que echarte una mano para que esas ideas desaparezcan y, sobre todo, que puedas trabajar con todo ello con profesionales, que sabrán cómo poder ayudarte y a los que te recomendamos encarecidamente que acudas. También podrás crear tu plan de seguridad, pensar sobre todas tus razones para vivir, identificar tus señales de alerta o crear un álbum de fotos con todo/s lo que aprecias.

8. Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental. https://consaludmental.org/ En cada comunidad autónoma existen asociaciones vinculadas a esta confederación, que ofrecen recursos a nivel autonómico y local. 

TOMAR UN MINUTO PUEDE CAMBIAR TU VIDA: 

Como miembros de la comunidad, es nuestra responsabilidad mirar hacia fuera para los que pueden estar luchando, y animarlos a contar su historia en primera persona. Ofrecer una palabra suave de apoyo y escuchar de una manera no crítica puede hacer que el día sea diferente.
Las personas que han vivido un intento de suicidio tienen mucho que enseñarnos sobre cómo las palabras y acciones de los demás son importantes. A menudo hablan conmovedoramente acerca de llegar al punto donde no podían ver otra alternativa que terminar con su propia vida, y sobre los días, horas y minutos que conducen a esto. A menudo describen darse cuenta de que no querían morir, sino que querían que alguien interviniera y los detuviera. Muchos dicen que buscaron activamente a alguien que pudiera sentir su desesperación y preguntarles si se encontraban bien. Casi de manera universal, dicen que, si alguien se hubiera tomado un minuto, la trayectoria en la que se encontraban podría haberse interrumpido.

"La vida es preciosa y a veces dura. Tomar un minuto para escuchar a alguien - un extraño, un familiar cercano o amigo - puede cambiar el curso de su vida". 

JORNADA TÉCNICA "Conect@ con la vida" - Confederación Salud Mental ...
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Bibliografía:

1. Enlace de la Prevención suicida en Murcia de la web MURCIASALUD: 

2. Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad:





lunes, 11 de mayo de 2020

DERRUMBANDO MITOS EN SALUD MENTAL (por Yurena Belando Martínez)

El estigma se sustenta en los muchos mitos y malentendidos heredados y ampliados a lo largo de los siglos, que todavía existen en torno a la enfermedad mental y que la distorsionan y ocultan. Es importante conocer las realidades para hablar sin miedos, repensar la enfermedad mental y tratar a las personas que la padecen con respeto y dignidad.


1. Las enfermedades mentales son raras. 
FALSO: 1 de cada 4 personas padecerá alguna enfermedad mental a lo largo de su vida , son más comunes y cercanas de lo que podemos pensar, pueden afectar a cualquiera.

2. No existe forma de ayudar a la gente que padece alguna enfermedad mental. 
FALSO: Existen tratamientos, estrategias y apoyo tanto por parte de profesionales de la salud desde atención primaria (el Centro de Salud), desde salud mental (Psiquiatra, enfermera especialista en salud mental y psicólogo clínico), así como en las propias asociaciones. Además, las personas afectadas si reciben el tratamiento adecuado, pueden llevar vidas completamente normales. Y el resto de la sociedad puede contribuir creando un ambiente con energía positiva que incluya y promueva una buena salud mental.

3. Las enfermedades mentales sólo se curan con pastillas.
FALSO: La farmacología es una pilar muy importante en la recuperación de una enfermedad mental pero no lo único. Otros pilares fundamentales son: la psicoterapia, el apoyo personal y social, terapia ocupacional, deporte, utilización de recursos de la comunidad…

4. Las personas con enfermedades mentales son violentas e imprevisibles.
FALSO: La gente que padece algún tipo de patología mental no es más agresiva que otras personas. Esa es una afirmación sin base científica, sólo ciertos trastornos de salud mental pueden llegar a desarrollar agresividad hacia sí mismos o hacia el entorno familiar si no siguen un correcto tratamiento. Estos episodios se suelen magnificar en los medios de comunicación.

5. Las enfermedades mentales se manifiestan en personas con un carácter débil.
FALSO: Este tipo de patologías son muy comunes. Se pueden producir porque influya un factor genético, como ocurre con la esquizofrenia o la depresión. O pueden estar condicionadas por hechos que sufra la persona: la pérdida de un ser querido, problemas laborales…

6. La depresión es solo tristeza.
FALSO: la  tristeza es una emoción normal, pasajera y temporal.  La persona deprimida siente una tristeza profunda que no se desvanece en el tiempo que viene acompañada de otros síntomas: vacío interior, rabia, apatía, pérdida de interés por actividades que antes eran placenteras, sentimientos de inutilidad, etc. que afectan a todos o casi todos los ámbitos de su vida, provocando un deterioro social y/o laboral.

7. Una persona que ha sufrido una enfermedad mental jamás se recuperará completamente ni llegará a trabajar.
FALSO: Las personas que han tenido o tienen alguna enfermedad mental pueden llegar a  trabajar, aprender y participar plena y activamente en la vida. De hecho, el trabajo dentro y fuera de casa es muy positivo ya que aumenta la autoestima y establece nuevas relaciones e interacciones  sociales.

8. Los niños no pueden sufrir enfermedades mentales. Si se comportan mal es para atraer la atención y por culpa de la mala educación que reciben.
FALSO: Los más pequeños también pueden padecer alteraciones emocionales como los adultos, debido a factores biológicos, psicológicos y sociales. Tratarlas precozmente favorecerá una mejor salud mental de adulto.

9. Los desórdenes mentales son enfermedades aisladas, ya que casi nadie las padece.         
FALSO: De hecho es lo contrario, según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro personas presenta un trastorno mental a lo largo de la vida. Las más frecuentes son la ansiedad y la depresión que, en la actualidad, las padecen un 15% de la población española.

10. Las personas que sufren este tipo de enfermedad no pueden disfrutar de una vida plena.                                                                    
 FALSO: Tener un problema de salud mental no es ningún inconveniente a la hora de tener una vida normal, o disfrutar de cualquier aspecto. Se puede obtener un trabajo, formar una familia, etc. 

11. Las personas con trastornos mentales son “especiales”, muchos son genios como Mozart o Beethoven.
FALSO: Son personas normales, algunas con algún talento especial igual que otras sin enfermedad mental.

12. Las personas con enfermedad mental deben estar encerradas.
FALSO: Las personas tratadas en la comunidad evolucionan mejor que las personas que se trataban exclusivamente en el hospital. Además el aislamiento social refuerza la imagen pública de persona peligrosa y extraña, lo que contribuye a desarrollar estigma hacia ellas.

13. Las enfermedades mentales son un “castigo”.
FALSO: Las enfermedades mentales son simplemente eso, enfermedades.

14. Las enfermedades mentales equivalen a retraso mental.
FALSO: Las personas con enfermedad mental tienen un funcionamiento intelectual igual al resto de la población.

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LAS EMOCIONES BÁSICAS (por Gloria Acosta Sánchez)

Las emociones son la manera natural en la que los seres humanos reaccionamos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Son los mecanismos que n...