La imaginación guiada es una técnica de relajación que se utiliza para evocar una escena relajante, ya sea un lugar conocido o no, real o no, con todos los sentidos, de manera que se produzcan sentimientos y pensamientos positivos que ayuden a desplazar a los negativos.
Está demostrado que el imaginar escenas positivas y recordar o revivir sentimientos positivos es capaz a nivel fisiológico de realmente producir una respuesta muy similar a si la situación fuera real ya que el cuerpo no diferencia entre imágenes sensoriales en la mente y la realidad. Aunque las imágenes no producen respuesta con la misma intensidad que la experiencia real, sí que producen el mismo tipo de respuesta cualitativamente.
Es decir que tanto si imagino que disfruto de una puesta de sol como si realmente vivo la experiencia, se activan áreas sensitivas en el cerebro, se liberan neurotransmisores y se produzcan cambios fisiológicos en el cuerpo que nos ayudan a sentirnos mejor y aumentar nuestros niveles de salud. Con la ventaja de que a la imaginación se puede recurrir tantas veces como lo deseemos e incluso en situaciones de adversidad a nuestro alrededor. De este modo, podemos contrarrestar las vivencias y pensamientos negativos que igualmente tienen influencia fisiológica, negativa en este caso, en nuestra salud. O bien aumentar en general nuestras cotas de bienestar y felicidad.
Previamente al uso de la imaginación, el cuerpo ha de estar ya en estado de relajación física, usando por ejemplo la relajación muscular progresiva, con o sin tensión, y en su versión extensa o reducida según se prefiera, o bien simplemente, cuando ya se tiene mayor dominio, practicando unos minutos de respiración abdominal a la vez que se sueltan las tensiones corporales.
A continuación pasamos a imaginar la escena relajante. Para ello nos podemos apoyar en un soporte auditivo (imaginación guiada grabada, o en el grupo de relajación guiada por el terapeuta). Pero también podríamos practicar la imaginación creando nosotros mismos nuestra propia escena relajante, como decimos, algún lugar conocido que nos transmita paz o alguna escena que nos inventemos, sin límite para nuestra imaginación.
El único requisito es que nos transmita relajación y poderla evocar con todos los sentidos: lo que vemos, oímos, olfateamos, sentimos a través de la piel, temperatura del ambiente, e incluso saboreamos. También podemos pensar en otras sensaciones como de calor, pesadez, ligereza…o emociones y sentimientos como la alegría, la serenidad, la calma, la paz….
Tras la evocación de la escena, nos podemos recrear en ella unos minutos disfrutándola y centrándonos en las sensaciones agradables y sentimientos positivos que experimentamos.
Posteriormente iremos saliendo de la relajación, primero despidiéndonos de la escena y recordando que la hemos creado nosotros y podemos recurrir a ella cada vez que queramos y poco a poco movilizaremos el cuerpo e iremos “despertando” de la relajación cuando estemos preparados.
A continuación se ofrecen dos audios de imaginación guiada. El primero fue grabado mí y lo titulé PLAYA. A continuación podéis reproducir en simultáneo la música recomendada correspondiente.
Para una mayor explicación acerca de la música de este blog, os remito a la entrada del blog "Música de relajación":
Y un segundo audio de imaginación guiada, ofrecido por cortesía de mi compañera Ana M. Hurtado, es un viaje en una NUBE. A continuación también incluyo música acorde a la locución.
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